La ONU ha presentado este 28 de febrero su informe anual redactado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En él, alerta de que el impacto del calentamiento global es "más rápido, grave y amplio" de lo que se creía. Ya hemos superado las cifras previstas hace 20 años. Por ello, el grupo insta a tomar medidas urgentes.
Fuente: Newtral
Una de las claves es la elevación de la temperatura media global que ya venimos experimentando en los últimos tiempos. Como observamos en el gráfico, los diez años más cálidos registrados pertenecen a las dos últimas décadas. Se estima que, durante los próximos 20 años, experimentaremos un aumento de 1,5ºC de manera inevitable. Limitarlo a 2ºC conllevaría una reducción del 25% de las emisiones de CO2 para el 2030. Si no se reducen para esa fecha, a partir del 2030 deberían tomarse medidas más drásticas y a un mayor coste económico y social. António Guterres, el secretario general de Naciones Unidas, ha calificado estos hallazgos como un “código rojo”.
Fuente: La Razón.
Las consecuencias de este calentamiento global suponen graves perjucios naturales y socioeconómicos que describe la infografía anterior. Entre otros, desde la pérdida de capacidad del planeta para producir alimentos hasta un aumento del nivel de mar que podría afectar en torno a un 40% de la población que reside en zonas costeras. La ONU también remarca la vinculación entre el cambio climático y las enfermedades. La mayor alerta es la correlación entre aumento de las temperaturas y el del dengue en América Latina.
En España, preocupan las sequías, inundaciones y el calor extremo. Los cambios en la temperatura global afectarían al aspecto y comportamiento de nuestros ecosistemas. Se prevé la expansión del clima semiárido, un incremento de las olas de calor, el alargamiento del verano hasta cinco semanas más y un déficit hídrico.
Según el IPCC, la tendencia puede revertirse reconstruyendo los ecosistemas con sostenibilidad. Entre otras medidas, proponen restaurar espacios naturales y cambiar hábitos personales como el uso de medios de transporte para evitar la deforestación y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono o el consumo de carne. Además de las alternativas de proteína vegetal, no toda la producción de carne tiene el mismo impacto sobre el mediambiente, como se deduce del siguiente gráfico:
Fuente: BBC