Jordi Hurtado, con su habitual simpatía, llegó a Canudos y se presentó ante ellos. Entonces, el Consejero...
Y le dijo que organizara algo para entretener al ejèrcito que se avecinaba.
Le dijo que fabricara una pociòn para no morir durante el ataque.
Enloquecido por un odio mortal que no podía entender, decidio matar a Jordi Hurtado.